lunes, 12 de marzo de 2012

Hoy cocinamos: TERIYAKI KAKARIKO

Cualquiera que haya jugado al Legend of Zelda: Ocarina of Time sabrá a qué me refiero con “La venganza de Link”. Para los no iniciados, haremos un poco de historia.

The Legend of Zelda: Ocarina of Time es un juego de Nintendo 64 publicado en el año 1998. Fue el primer videojuego de la saga Zelda que incluyó gráficos 3D y supuso un “boom” en el mundo de los videojuegos debido al enorme tamaño de sandbox que se presentaba ante nosotros.

La historia nos presenta a Link, un héroe que deberá emprender un viaje por el reino de Hyrule para evitar que Ganondorf, el malo del juego, se alce con el poder de la Triforce. Durante el desarrollo del juego, visitas diferentes localizaciones, exploras mazmorras y cuevas, te enfrentas a monstruos épicos… Uno de los juegos más completos jamás creados, por lo menos para el gusto del que escribe estas líneas.

Pues bien, una de las localizaciones que visitabas era el pueblo rural de Kakariko, en el cual unas aves llamadas cucos, parecidas a gallinas, campaban a sus anchas por las calles. Pero todos sabemos que tener una espada en la mano cambia la forma de ver las cosas por lo que los cucos se tornaban, a los ojos del jugador, en un objetivo más a abatir.

¡ERROR!

En cuanto asestabas el primer golpe a un cuco, una horda enfurecida de estos animales empezaba a atacarte hasta la muerte. Supongo que era la forma que tenía Nintendo de explicarnos que la crueldad animal no está bien…

Pero hoy todo cambia. Hoy le damos a Link la oportunidad de vengarse con nuestro TERIYAKI KAKARIKO.

¿Preparados? Pues agarrad vuestras Master Sword y trocead unos cuantos cucos.


Nombre molón: TERIYAKI KAKARIKO: LA VENGANZA DE LINK

Nombre insulso: POLLO AL TERIYAKI CON CHAMPIÑONES

Tiempo: 45-60 minutos


Ingredientes (2-4 personas, dependiendo de si es plato único):

A) 600g de entremuslos de pollo deshuesados

B) 1 cebolla

C) 9-10 champiñones medianos

D) 1 diente de ajo picado o una cucharada de ajo en polvo

E) 1 cucharadita de jengibre molido (puede comprarse en la sección de especias de cualquier supermercado)

F) 1 cucharada sopera de azúcar blanquilla

G) Harina

H) 100 mL (medio vaso) de salsa de soja (hoy en día la venden en cualquier sitio)

I) 200 mL (un vaso) de sake (puede cambiarse por vino blanco seco, el típico vino de cocinar)

J) Aceite

K) Los palos de brocheta son opcionales.

X) El manual del Legend of Zelda o, en su defecto, la banda sonora del 25 aniversario (la cual acompañó durante la realización de la receta)

Elaboración:

Lo primero que debemos hacer es preparar el pollo. En nuestro caso, optamos por ensartarlo en brochetas para que quedara un pelín más dramático (las espadas no las teníamos limpias para ese día). En cualquier caso, lo ideal sería cortar el pollo en tacos de unos 2.5cm de lado (1 pulgada para el público anglosajón). Seguidamente, enharinamos el pollo, golpeándolo ligeramente para eliminar la harina sobrante, y reservamos (1).

Picamos el ajo y cortamos la cebolla y los champiñones en trozos de tamaño mediano (como puede verse en la foto 2). Ponemos aceite en una sartén y, a fuego medio, añadimos el ajo, la cebolla y los champiñones. Cuando adquieran un tono dorado, retiramos del fuego y reservamos (3).

A continuación, en la misma sartén de las verduras, ponemos un poco de aceite y marcamos el pollo enharinado. Esta operación la realizaremos a fuego fuerte hasta que veamos que adquiere un tono dorado uniforme. En este punto, retiraremos el pollo de la sartén y reservaremos (4).

En esta misma sartén procederemos a realizar la salsa teriyaki. Ponemos la sartén a fuego medio y echamos el vaso de sake, la salsa de soja y el jengibre molido. Si el contraste de temperatura es el adecuado, todo el jugo que había pegado en el fondo de la sartén se despegará al añadir los líquidos, aportando más sabor a la salsa. Este proceso de “sacar los jugos de una sartén” se llama desglasar.

Dejamos que hierva a fuego suave un par de minutos (para evaporar el alcohol) y añadimos la cucharada de azúcar (5). Removemos e incorporamos las verduras y el pollo a la salsa. Dejaremos cocer unos 10 minutos (6) a fuego suave, removiendo de vez en cuando y listo.

Protocolo:

Las letras se refieren a las correspondientes en la sección de Ingredientes.

1- Cortar A en cubos de 2.5cm3.

2- Pasar A por G y reservar = SUSTANCIA P.

3- Cortar B+C+D = MEZCLA V.

4- Poner J en una sartén (SARTÉN S) y aplicar un potencial exotérmico medio. Dorar MEZCLA V, retirar y reservar.

5- Añadir J a SARTÉN S y, con potencial exotérmico alto, dorar SUSTANCIA P. Retirar y reservar.

6- Colocar SARTÉN S a potencial exotérmico alto y verter H+I+E = SALSA T.

7- Incubar 2 min.

8- Incorporar F a la SARTÉN S donde tenemos la SALSA T.

9- Añadir a la SARTÉN S la MEZCLA V y la SUSTANCIA P.

10- Incubar 10 min a potencial exotérmico medio y agitación suave.

11- Servir el TERIYAKI KAKARIKO y mofarse de los cucos mientras se degusta.

Degustación y notas:

Un plato sabrosísimo (¿Será por el glutamato de la salsa de soja?). Digno de acompañar con unos chupitos de sake o unas buenas y fresquitas cervezas.

Puede servirse como plato único o como parte de una comida de temática oriental (nosotros lo comimos junto con unos rollitos de primavera y una tempura variada con salsa de miel).

Se le puede añadir zanahoria y/o pimiento al mezcladillo de verduras.

Contenido científico:

Os he comentado que el sake puede ser sustituido por vino blanco. Pero, ¿hasta qué punto son iguales estos alcoholes?

La mayoría de vosotros puede que estéis familiarizados con el proceso de elaboración del vino. A nivel básico, las uvas se machacan hasta obtener el mosto que es fermentado (normalmente mediante la levadura Saccharomyces cerevisiae) y posteriormente es filtrado o guardado en barrica para que terminen de aparecer los distintos aromas.

El proceso fermentativo puede realizarse directamente a partir de la fruta debido a que S. cerevisiae es capaz de asimilar e hidrolizar (para producir etanol) los azúcares presentes en la uva.

No obstante, el sake se obtiene a partir de arroz, el cual es, básicamente, almidón. A nivel bioquímico, el almidón es un polisacárido de cadena larga compuesto por la unión de amilosas (polisacáridos lineales de glucosa) y amilopectinas (polisacáridos ramificados de glucosa). Saccharomyces no es capaz de digerir bien estas moléculas tan voluminosas, a diferencia de las presentes en la fruta que son muy sencillas de metabolizar.

Así pues, se necesita de la hidrólisis del almidón para conseguir azúcares asimilables por Saccharomyces. Esta hidrólisis es llevada a cabo por las α-amilasas de otro hongo: Aspergillus oryzae.

La producción del alcohol del sake se podría resumir de la siguiente forma:

1- Se cuece el arroz para producir una rotura térmica del almidón y facilitar el trabajo de Aspergillus oryzae.

2- Aspergillus oryzae hidroliza mediante las amilasas las cadenas de amilosas y amilopectinas (normalmente se separan durante la cocción) produciendo glucosa.

3- La glucosa es metabolizada a etanol por Saccharomyces sake (similar a S. cerevisiae pero con producción de diferentes metabolitos secundarios).

Como veis, el sake necesita de dos “fermentaciones” en lugar de una única, presente en la elaboración de vinos de uva. Volviendo a la pregunta inicial: se puede emplear vino blanco pero nunca sabrá igual que un buen sake japonés.

Itadakimasu!




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